Las rosquillas fritas son un dulce muy típico de nuestra gastronomía y la época del año en la que más se consumen es en Semana Santa.
Existen infinidad de variantes de esta receta, con azúcar glass, con licores, zumos, leche, con masas más blandas, más compactas u hojaldradas.
Yo normalmente preparo las de anís, leche o las rosquillas de candil y como nunca había probado las de brandy, esta vez ha tocado innovar.
Con esa receta podéis sustituir el brandy por cualquier otro lícor y el zumo de naranja por otro líquido, según la despensa y los gustos de cada cuál.
Estas rosquillas no son muy dulces, así que al final podéis espolvorear con azúcar.
Es una buena receta para preparar este fin de semana con la familia o amigos y si sobran podéis congelarlas sin problema una vez fritas.
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